jueves, 1 de abril de 2010

Semana Santa

La semana santa es un tiempo de reflexión y espiritualidad. Es el recuerdo de la última semana de un gran maestro llamado Jesús. Para algunos el mesías, para otros un líder político, un estratega militar, un rebelde, un maestro espiritual, Dios, entre tantos títulos.
.
. Su historicidad aún el día de hoy se pone en duda por algunos escépticos. Sin embargo, la gran mayoría cree en este ser tan especial que según el dogma "sufrió, murió, descendió al infierno y resucitó al tercer día".
.
. Realmente las cuestiones metafísicas son muy importantes para todos los seres humanos, el hecho de que alguien regrese de la muerte proviene de tradiciones muchísimo anteriores al cristianismo. En las últimas décadas se han escrito libros y producido películas que se preguntan acerca de la divinidad de Jesús, de si tuvo hijos o no, de si en verdad resucitó. Pero eso, a mi parecer no viene al caso.
.
. Para muchos grupos de cristianos, lo más trascendental fue la muerte de Jesús, ya que "con su sangre limpio nuestros pecados", "fue el sacrificio de Dios Padre para salvar a la humanidad". Pero en realidad el caso es que no importa si era el Hijo de Dios, si era el mesías, si resucitó, porque lo más relevante fue todo lo que enseñó en vida y predicando con el ejemplo.
.
. "Ámense los unos a los otros", "Ama a tus enemigos", "Pon la otra mejilla" son algunas de sus premisas más conocidas y no se hallan exclusivamente en el cristianismo, sino que son enseñanzas compartidas por todas las culturas y religiones en el mundo. Reflexionemos un poco, acerca de la verdad de estas palabras y póngamoslo en práctica. Ya lo decía Aristóteles "Si los humanos practicasen la amistad no habría necesidad de justicia".
.
. Es tiempo de crecer y mejorar, la elección es de cada quien. Cambiemos nuestra manera de pensar, hablar y actuar hacía cosas positivas y de provecho, es la mejor manera de trascender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario