A unos días de haberse aprobado el ejercicio fiscal 2010 gracias al cual daremos a malgastar más dinero al gobierno, lo único que nos queda a la sociedad es alzar la voz y exigir transparencia por cada uno de los centavos recaudados. No podernos permitir más desvíos de recursos, no más hummers, zapatos de 20 mil pesos, ni licitaciones otorgadas a empresas de familiares.
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. En este sentido, la reciente aprobación que impide hacer públicos nombres o razones sociales de quienes no pagan impuestos, no puede consentirse, al igual que la situación del Ejército — institución cada ves más infiltrada por el narcotráfico—, el cual no rinde cuentas.
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. Sí, así es, resulta que el Ejército, no rinde cuentas a nadie (monetariamente hablando), pues la milicia se abstiene de participar en la política a cambio de su completa autonomía tanto en recursos como en administración. La situación se hace preocupante cuando en lo que va del sexenio 102861 elementos han desertado y, de acuerdo con el artículo de Ramón Cota Meza en Letras Libres, no se da seguimiento al personal desertor.
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. No se sabe si los recién alejados de la vida castrense se llevan equipos o no, también resulta imposible saber si los salarios de los soldados son dados de baja o los seguimos pagando, todo debido esta dichosa autonomía. Bajo este escenario es difícil no preguntarse ¿nuestros impuestos sirven para dotar de soldados y armas a las arcas del narcotráfico?
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. Sé que la pregunta puede ser incomoda, pero basta recordar que en sus inicios el grupo delictivo los Zetas fue formado por desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales y del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales, quienes reclutados por Osiel Cárdenas Guillén, pasaron a formar parte del brazo armado del cartel del Golfo.
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. Mi intención no es criminalizar a los más de 100 mil desertores, pero me es casi imposible tener malos pensamientos cuando en las detenciones producto de la lucha antinarco difundidas por los medios es común encontrar ex militares relacionados. Y digo, si dentro de los que se fueron hay 200 pilotos de la Fuerza Aérea, no me quiero imaginar para quién andan volando.
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. La guerra contra el narco, no es pretexto para brindar de recursos ilimitados al Ejército, deben exigirse resultados y eficiencia en sus administraciones, pues de nada sirve gastar dinero y tiempo entrenando a tropas que después en filas de los narcos pelearán contra la institución que los vio nacer.
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