Viscosos pero sabrosos

Por lo general, cada que nos encontramos en la cocina, en ocasiones nos preguntamos qué haremos para comer, qué se nos antoja para cenar o algún postrecito, claro, por aquello de la gula. Nunca nos damos cuenta de que con lo que tenemos en casa podemos prepararnos cosas muy sencillas y rápidas. ¿Por qué no preparar unos ricos tacos de gusanos de maguey?

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. Lo digo porque al igual que los escamoles, el gusano de maguey es el insecto mexicano que ya alcanzó su mayor prestigio gastronómico tanto nacional como mundial, por tanto es considerado un platillo exquisito por todos los niveles de la sociedad mexicana a pesar de su alto costo. Por ello su consumo ha quedado reservado a los niveles de la sociedad más prestigiados. El precio lo vale, debido a que al cocinarlo parece tener tamaño y consistencia iguales a los de las papas a la francesa, pero eso sí, el sabor es único, parece como si comiéramos chicharrón de cerdo, con su textura tan crujiente, delgadita gracias a su cocción en aceite, pero con un toque delicado, suave y exquisito. Tan sólo un plato de gusanos de maguey, si lo deseas como aperitivo, cuesta alrededor de 120 pesos. Lo mismo cuesta el kilo, pero lo debe preparar uno. La apariencia del gusano de maguey es de color blanco excepto la cabeza y las extremidades que son oscuras. Se parece al chinicuil que también es un gusano comestible.

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. Lo excepcional de este platillo es que los gusanos de maguey se fríen con mantequilla hasta dorarse y se sirven en taco con una salsa picante, pudiera ser guacamole. Y para hacer un típico taco de gusanos de maguey se debe primero untar el guacamole a la tortilla, pues la función de esta salsa es que su consistencia adhiere a los insectos y evita muchas y estresantes pérdidas a la hora de comerlo, pues no se desparraman.

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. Este formidable platillo se acostumbra degustar en ciertas zonas específicas del país y además, pulqueras como lo es Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México. En fin, estos pequeños son un gran y delicioso alimento. Hay que quitarnos de la mente que son gusanos y alentarnos a probarlos, pues eran alimentos para los reyes en tiempos de los aztecas. Y para los que ya los probaron, no me dejaran mentir que son buenos.