Recuerda, sé que a todos nos ha pasado. Vamos al cine, vemos una película en la televisión y nos encontramos con una gran historia, tal vez sea un romance, tal vez un filme de acción o quizá de fantasía. La historia embarga casi por completo nuestra mente, todos mis sentidos están atentos a una historia que no es la mía, pero que tal vez una sola escena o un diálogo me identificaron con ella.
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. El desarrollo de la historia que observo me abruma, en ocasiones me enoja el comportamiento del personaje, me pongo en su lugar y digo: "yo no hubiera hecho eso", incluso maldigo la mala fortuna y a los malditos de la cinta; por momentos siento miedo, desesperación, ternura, el nudo en la garganta es tan atroz que finalmente decido llorar, alguna parte de mí quisiera ser el protagonista de esa película. Me adentro tanto en la historia que sólo trato de pensar en el final.
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. Entonces llega él. Llega ese final tan anhelado y no es lo que yo esperaba, el final feliz que se merecía ese personaje que tanto resistió no llega. Simplemente es un final ¿Por qué terminó así? “Yo quería que terminara de otra forma”. Muchas veces decimos esto aún consternados por la historia y su desenlace. Y es que hay finales que no son felices y sólo nos dejan, por decirlo de algún modo, satisfechos.
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. Según Tom Sherak, consultor de mercadeo de películas, en la actualidad el público acude al cine para escapar, por lo menos por un rato, de los problemas. Tratamos de olvidarnos un poco de la crisis por la que pasa el mundo, nuestras preocupaciones, para ver, por lo menos en una pantalla, un final feliz.
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. ¿Qué pasa entonces cuando el desenlace no es ni siquiera bueno, ni me satisface, inclusive me hace sentir mal, qué pasa ahí? No hace mucho vi Sector 9, película de Neill Blomkamp y con Peter Jackson como productor, y fue su final lo que me motivó a escribir lo que ahora leen: el desenlace es bueno, muy bueno, pero no es feliz.
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. Quien no haya tenido nunca un nudo en la garganta frente a la pantalla que lance la primer palomita de maíz. Incluso, hay finales que por su rareza son ilustres, veamos para fundamentar esto Underground de Emir Kusturica, si de por sí la historia es magnífica, su desenlace la eleva al cielo.
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. No pretendo contarles los finales de las películas que aquí menciono, ni tampoco que no las vean por no tener un final feliz, lo que sí intento es hacer que las vean, los finales de El hombre elefante, Casablanca o La vida es bella no están llenos de alegría y júbilo, pero de algún modo tienen algo que de cierta forma te dejan… no feliz ni tampoco infeliz, sólo… satisfecho.
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. Qué mal, termina mi texto, tiene muy mal cierre, pero qué más da, no todo tiene un final feliz, o por menos bueno.
jijijiji tienes razon...muy buen post:D...
ResponderEliminarjijiji creo que a todos nos pasa eso en algunas peliculas...jijiji
Vientos mi estimado Javier, es lamejor entrada que leido de las que tienes. Saludos de parte de Choi...
ResponderEliminarBuen texto. Me encanta el cine y sin duda prefiero los finales buenos, aunque no me hagan olvidarme de la realidad.
ResponderEliminarEs grato contar con publicaciones como esta ya que son pocos los que se animan a escribir sobre cine; sólo te haría la recomendación de que abundaras un poco más con los datos de los filmes, esto con el fin de incitar al lector a conocer los mismos.