lunes, 15 de marzo de 2010

México, el número uno


México es una nación de contrastes. Y de encontrastes, comistes, dijistes, festejastes, celebrastes, etc. Y así como la gente emplea mal el lenguaje, también echa mano de salidas falsas para tapar sus defectos. Así sucede con la clase poderosa en nuestro país. Por un lado dice que no está pasando nada, que todo marcha bien y que no hay razón alguna para que los mexicanos, todos juntos, salgamos de esta enorme crisis. Debacle de la cual se supo incluso antes de ocurrir y no se hizo nada para evitarla.
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. La clase política ya nos acostumbró a que hace sus fechorías y nos distrae con temas de poca relevancia que a la postre se convierten en tópicos de primera necesidad. Así ocurrió con el alza de los precios en el inicio de este 2010. Pero qué más da si vamos a celebrar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Qué mejor que gritar con orgullo “¡Viva México!” aunque el país esté carcomido por dentro. Alguien con dignidad no se pavonearía diciendo que el Estado mexicano le va ganando la lucha al narcotráfico, ni tampoco que la tasa de desempleo ha disminuido, cuando todo el mundo sabe que eso sólo pasa en Felipelandia.
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. Sin embargo, queridos lectores, no tenemos por qué preocuparnos, todos estos males algún día terminarán. Por lo menos, desde la semana pasada ya tenemos un paso ganado, un primer lugar mundial, y lo mejor es que le ganamos a los norteamericanos. ¿A poco no nos da orgullo saber que Carlos Slim es ahora el hombre más rico del mundo, dejando en el segundo sitio a Bill Gates? Si Gates gana 250 dólares por segundo, imaginemos cuánto Slim. Dirían los fanáticos “¡Al fin nos fregamos a los gringos!”
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. La semana pasada, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, había gente repartiendo volantes para invitar a los alumnos y profesores al foro 2010 ¿cifras para celebrar?, a realizarse en la Universidad Iberoamericana y en la UNAM, el 8 y 11 de marzo, respectivamente. Qué ironía. La misma semana en la cual la revista Forbes haría el anuncio que hoy nos inunda de felicidad. Carlos Slim es mexicano, sí, pero ¿de qué nos sirve?. Dudo que algún mexicano se desborde de alegría al platicarle a alguien más que en su país habita el hombre más rico del orbe, pero que también ahí más del 50% de su población vive en pobreza extrema. Y que en ese mismo lugar ya no existen las clases rica, media y pobre, sino que ahora ya hay rica, media rica, media media, media pobre, pobre media, pobre pobre y los más jodidos. Qué vergüenza.
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. Así de contrastante es México, pero también los comentarios de nuestros lectores en Burda Seriedad. Esto no es más que un texto para la reflexión y para que nos caigan algunos veintes.
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¿Usted qué opina?

1 comentario:

  1. Esta es de los editoriales que más me ha gustado, me agrada la manera en que está escrita y los temas que aborda.

    Nuestro país, y el mundo en general, está lleno de ironías y paradojas. ¿Cómo es posible que escuchemos que Julia Roberts gana 5 o 6 millones de dólares por 6 minutos de actuación y por otro lado, nos informan que el número de muertes aumenta porque no hay suficientes recursos para reconstruir y brindar servicios de salud dignos a un país tan pobre como Haití?

    Como ustedes dicen y dicen bien, cada vez los ricos se siguen haciendo más ricos, y los pobres ya están más que jodidos.

    Vaya mundo que nos toco vivir...


    Fernanda Martínez

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