jueves, 1 de abril de 2010

¿Alguna vez te has automedicado?


Seguro que sí, pues cifras de la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso indican que sólo un 5 porciento de la población mexicana NO se automedica.
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. Entre las principales razones están la falta de recursos y, por tanto, la imposibilidad de cubrir los altos costos de los médicos particulares, además del mal servicio y las condiciones de las clínicas públicas de salud, pues incluso los beneficiarios de este servicio prefieren automedicarse antes de enfrentar todas las calamidades que conlleva asistir a una institución pública.
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. A partir de hoy, uno de abril, por acuerdo del Consejo Nacional de Salud (Conasa), integrado por todos los secretarios del ramo del país y el gobierno federal, queda prohibida la venta de antibióticos sin receta médica en todas las farmacias de la República Mexicana. ¿Qué en un antibiótico?, según una enciclopedia médica, es cualquier compuesto químico utilizado para eliminar o inhibir el crecimiento de organismos infecciosos, siendo el más común la penicilina. Por tanto, los antibióticos son un elemento primordial para el alivio de muchas enfermedades.
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. El punto es que hay una serie de inconsistencias que hacen dudar del cumplimiento de esta imposición y de sus supuestos beneficios. En primer lugar, hay que decir que el requerimiento de una receta médica para la obtención de medicamentos está en la Ley de Salud desde 1984, es decir, esto tendría que haber sido procurado por las autoridades correspondientes desde hace ya mucho tiempo.
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. Pero ¿por qué no lo hicieron?, porque como siempre, el gobierno no actúa sino hasta que comienza a tener problemas, en este caso, la resistencia a los medicamentos, lo que dificulta el mejoramiento en la salud de los pacientes.
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. La inquietud de las autoridades surgió a penas el año pasado, luego de que se lanzara la alerta por el brote de la famosa influenza AH1N1, cuando se dieron cuenta de que la gente se moría principalmente porque llegaba al hospital después de varios días de estar enfermos creyendo que era sólo una simple gripe y de haberse automedicado, además de la puesta a la venta del antiviral para su control, el cual era escaso y tenía que administrarse con ciertas restricciones.
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. La autoprescripción es un hábito muy arraigado en la sociedad mexicana, pero cómo no se va a reforzar ésta tendencia si en el mismo seguro social todo te lo quieren curar con paracetamol y naproxeno. Y esto no sólo me consta a mí, sino que lo he escuchado decir a mucha gente.
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. Es verdad que la resistencia a los medicamentos es un grave problema, no sólo para las autoridades, sino para la población en general; y que es necesario combatirla; sin embargo, como ya dijo Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), no es posible hacerlo de la noche a la mañana.
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. La principal razón es que tan sólo el 10% de las 100 mil farmacias que se calcula hay en el país, cuentan con la certificación respectiva. También sale a flote la necesidad de que especialistas atiendan los dispensadores de medicamentos, tal y como lo marca la ley cuando establece que por lo menos un profesional de la salud debería estar por cada establecimiento, respecto a lo cual sólo se tiene registro de que un 1% acata la medida. Estos dos últimos aspectos hablan, sin duda, de lo abandonado que está por las autoridades este campo tan fundamental para la VIDA de la población.
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. Además, habrá que sumar a esto las consecuencias que puede traer esta medida, como el aumento del mercado negro de los medicamentos, que como en muchos otros casos no es controlado por las autoridades, y el incremento de los precios dentro en éste, lo cual como siempre terminará por afectar a la población y, en mayor medida, a las personas de bajos recursos.
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. Otro aspecto que no ha sido muy mencionado en esta controversia, es que no sólo la resistencia a ciertos medicamentos es la única consecuencia grave de la autoprescripción médica, sino también lo es la afectación grave a la salud de los pacientes, me refiero, por ejemplo, a un caso que viví de cerca: una niña de 9 años quedó con el 20 porciento de su cuerpo paralizado luego de un fuerte ataque ocasionado por la automedicación de sus padres de un medicamento al que resultó ser alérgica.
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. Por tanto, se trata de un problema que tiene mucho fondo, por el cual se tiene que empezar a trabajar, no basta implementar una medida sin concientizar en todo lo que ésta conlleva, habrá que considerar que no es cualquier cosa lo que está en cuestión, con la salud no se juega.

1 comentario:

  1. Creo que un problema es también que un dolorcito en la garganda o un estornudo ya son motivo para correr a la farmacia por un antibiótico. Lo aprendí por las malas cuando la medicina dejó de hacerme efecto, y ya luego descubrí que en el 90% de los casos, las gripes e infecciones pasan sin necesidad de medicarse. Hay que darle tantito chance al cuerpo, ya llevamos miles de años como humanidad, una que otra cosa ya sabe el cuerpo sobre cómo combatir enfermedades.

    Muy buen artículo y qué bueno que mencionas este tema, no sólo por su vigencia sino porque la automediación es una práctica muy arraigada en nuestra cultura.

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