Este sábado falleció en la Ciudad de México el clavadista mexicano Joaquín Capilla Pérez a causa de un paro cardiaco.
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. De 1948 a 1956 Joaquín Capilla ganó cuatro medallas olímpicas: dos de bronce, una de plata y una de oro, junto con cuatro medallas de oro en los Juegos Panamericanos y otras cuatro más, también de oro en los Juegos Centroamericanos. Es el atleta que más medallas ha traído a México y el único que ha ganado preseas en más de una edición de la justa deportiva. En 2009 recibió el Premio Nacional del Deporte por su trayectoria.
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. Su muerte hizo patente la desprotección en la que viven los atletas después de retirarse. La preocupación en mente de todos en este momento es la viuda de Capilla, Carmelita Zavala, anciana, en silla de ruedas, sin nadie que vea por ella. No será sorprendente si en los próximos días las autoridades deportivas y políticas nacionales hacen algún gesto magnánimo hacia la cónyuge del clavadista, no es difícil imaginarse a algún alto directivo mientras entrega un cheque, saluda a la señora y le da su pésame. Ayudó a la pobre viejita, qué lindo. Ya están en puerta también los homenajes al atleta fallecido.
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. Sí, hay que homenajear a Joaquín Capilla, pues cuatro medallas olímpicas no es hazaña menor, y mucho menos en este país. Sí, hay que ver por el bienestar de su viuda. Pero como Joaquín y Carmelita hay muchísimos atletas que tras su paso por los reflectores en sus momentos de gloria son reemplazados por los medios por las nuevas caras y mueren en la pobreza y el olvido. Las acciones de los directivos no pueden quedar en homenajear a un fallecido y apoyar económicamente a sus deudos, sería una solución “curita” más.
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. ¿Dónde estarán nuestras clavadistas actuales, Tatiana Ortiz y Paola Espinosa, o María del Rosario Espinosa y Guillermo Pérez Sandoval, nuestros campeones de taekwondo, tras medio siglo de haber ganado sus medallas?
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. Es necesario constituir un marco legal que dé seguridad a los atletas tanto durante el tiempo que están en actividad como después de su retiro. La solicitud para que las becas vitalicias de 13 mil pesos a los atletas pasen a sus esposas o esposos tras su muerte debe ser uno de los primeros asuntos sobre la mesa, pero la lista de acciones que aún están pendientes en el deporte en México es infinita: las mafias en las escuelas y los torneos de futbol, el apoyo a deportistas que destacan en su disciplina, la lucha contra la obesidad infantil y el sedentarismo... Pero esto parece más que nada una lista de deseos.
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. Sólo queda a Burda seriedad dar su más sentido pésame a los familiares y amigos de Joaquín Capilla Pérez. Vivió, saltó, ganó; una carrera asombrosa de vida. Ahora duerme la siesta. Que sea en paz.
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