La defensa por el derecho a decidir sobre el cuerpo y el futuro incierto de gran número de niños no deseados, por un lado; el señalamiento de actos de irresponsabilidad y hasta la denominación de crímenes, por otro; son algunos de los principales argumentos en la interminable discusión sobre la despenalización del aborto en el Distrito Federal.
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. Luego de que el 24 de marzo de 2007, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobara el dictamen con el que se reformó el artículo 144 del Código Penal local para despenalizar el aborto durante las 12 primeras semanas de gestación, la Secretaría de Salud informó que se han realizado 39 mil 177 interrupciones hasta la fecha.
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. Los tres años de lo que se considera una decisión histórica fueron motivo una vez más de confrontación de creencias y opiniones. Martha Lucía Micher, directora general del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres), dijo en entrevista con Carmen Aristegui que se ha logrado cumplir con cabalidad el artículo cuatro constitucional en el que se expresa que toda persona tiene derecho a decidir libre, responsable e informadamente sobre el número y espaciamiento de sus hijos.
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. Por su parte, la oposición se hizo presente al pie de la Columna de la Independencia en una protesta que encabezó la diputada federal del PAN, María de la Paz Quiñones; mientras que la iglesia católica dijo lamentar que en tres años se hayan perdido tantas vidas, además de señalar como inadmisible que el gobierno se ufane de las vidas segadas.
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. Asimismo, se llevó a cabo un foro en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, donde Luis González Placencia, titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), resaltó que el tratamiento de este asunto no debe ser visto como un debate moral, sino como una necesidad en términos de política pública. Mientras, Martha Lucía Micher, en el mismo evento señaló que el derecho a la interrupción legal del embarazo no obliga a nadie a abortar, sino que brinda sólo una alternativa a las mujeres.
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. Nuevamente se resaltó lo benéfica que ha resultado la medida en el combate contra el gran número de muertas que se registraban por la práctica de abortos clandestinos. “Realmente nunca ha importado mucho lo que diga la iglesia o cierto tipo de gente, lo único que se hizo fue dar seguridad a un acto que ya de por sí se practicaba”, comentó Jennyfer de 24 años y madre soltera de una niña de cuatro.
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. Además agregó que en su momento, pensó en hacerse un aborto, sin embargo, al haber tenido que ser de forma clandestina le dio mucho miedo, por lo que decidió tener a su hija. “Si las cosas fueran como ahora no dudo que hubiera ido a abortar”, concluyó.
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. En su momento, la iniciativa que fue avalada con 43 votos a favor por parte del PRD, PRI, Nueva Alianza y la Coalición Parlamentaria Socialdemócrata; 17 en contra del PAN y el PVEM; y una abstención del diputado del PRI, Martín Olavarrieta; causó el repudio de grupos conservadores, encabezados principalmente por la iglesia católica, así como el apoyo de al menos un 72% de las mujeres en edad reproductiva (según una encuesta llamada María de las Heras) y demás grupos de la población.
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. Incluso al poco tiempo de aprobada, se realizó el Foro Latinoamericano de Estrategias para la Despenalización del Aborto, en donde el caso de la Ciudad de México fue puesto como ejemplo a seguir por el resto de los países latinoamericanos.
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. Las cifras eran alarmantes: se registraban alrededor de un millón de abortos clandestinos en todo el país, 14 mil tan solo en el Distrito Federal, el 10% de las jóvenes fallecían por complicaciones, el aborto era la tercera causa de muerte en la capital; en promedio, moría una mujer cada 52 días; además de que 8 de cada 10 mujeres embarazadas no tenían deseos de tener un hijo en ese momento.
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. Como ya se ha dicho el debate sobre el tema ha sido constante, aunque por momentos ha resurgido con gran fuerza, por ejemplo cuando se dio el caso de la niña de 11 años que fue violada y embarazada por su padrastro en la comunidad de Rovirosa, en Quintana Roo; y a quien las autoridades de la entidad impidieron abortar.
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. O el de febrero de 2008, cuando murió una joven de 15 años en el hospital Balbuena luego de practicársele un aborto, aunque después se dijo que la causa había sido que la menor contaba con casi 16 semanas de embarazo, detalle que el médico omitió de manera arbitraria.
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. Sin embargo, el problema no ha sido solucionado, pues la cifra de embarazos no deseados aumenta cada año en un 30%. “El tema a fondo es que no hemos educado bien a las mujeres y a los hombres en salud sexual y reproductiva”, declaró Armando Ahued, secretario de salud del Distrito Federal.
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. Mismo punto que ha sido resaltado por diversos grupos y asociaciones interesadas en este problema que ya es considerado de salud pública. Por el momento, el 26% de los abortos realizados son a jóvenes de entre 15 y 20 años, por lo que se ha descartado la hipótesis de que son sólo las adolescentes las que incurren en embarazos no deseados.
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. Uno de los principales señalamientos de los grupos opositares es que los abortos se incrementarán ante la irresponsabilidad que representará saber que existe la posibilidad de “liberarse del problema”, lo que además puede ocasionar que vuelva a ocurrir.
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. Ante ello, Verenice, quien hace año y medio se practicó un aborto comenta: “No creo que el saber que el aborto está despenalizado sea razón para ser irresponsable, para nadie debe ser bonito siquiera imaginar someterse a semejante procedimiento. Yo reconozco que fui muy irresponsable, actué a tiempo y pude solucionarlo y ahora puedo jurar que no lo vuelvo a hacer, de manera que es tonto pensar que se pueden desencadenar actitudes ´conchudas´ de decir ´pues total, vuelvo a abortar´, realmente no lo creo”.
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. Mientras tanto, los esfuerzos de los grupos interesados continúan, no sólo por defender los derechos de las mujeres, sino por construir una cultura se responsabilidad sexual. Por su parte, las consignas en contra continúan, sin embargo, ya lo diría el maestro Monsiváis, fiel precursor de la despenalización del aborto: “Estoy seguro de que no puede darse marcha atrás, porque sería una derrota del desarrollo civilizatorio de México”.
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