Mucho revuelo y controversia ha traído el fallo de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que han dictaminado a favor de los matrimonios entre parejas del mismo sexo y también acerca de la posibilidad de estas parejas de adoptar..
. Obviamente siempre se observan las polaridades recurrentes: por un lado la comunidad LGBT y los de la "izquierda" que celebran este nuevo avance en los derechos humanos; por el otro lado tenemos a la Iglesia junto con todos sus prelados y a los de la "derecha" mexicana, apoyados por miles de familias "tradicionales", a los cuales estas acciones les parecen una aberración.
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. Desde que el Tratado de los Derechos Universales del Hombre y el Ciudadano círculo por Francia posterior a la revolución proclamando la Igualdad, Libertad y Fraternidad, se supone que el hombre caminaría entre los demás como iguales, sin ver hacía arriba ni mirar hacía abajo, sin agachar la cabeza con sumisión ni alzándola con altivez. Todos sabemos que en la práctica no es así, sin embargo es deber de todo buen hombre el perseguir los ideales hasta el final.
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. La igualdad de la que se habla quedó muy bien fundamentada en nuestra Constitución cuando dice que no se discriminará a ninguna persona por razón de su sexo, raza, religión, ideología, etc., etc. Así que desde este punto de vista, el negar jurídicamente a una pareja el matrimonio y la adopción, sean cuales sean sus preferencias sexuales, es discriminar y negar los derechos que la misma Ley dictamina para todos los que pisen suelo mexicano.
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. Honestamente no entiendo la posición de aquellos que se oponen al matrimonio entre parejas del mismo sexo, si es sólo un proceso legal y jurídico entre dos personas, nada más. No se está obligando a la Iglesia a casar "espiritualmente" a dos mujeres o dos hombres, lo único que se está haciendo es darles un derecho jurídico que no afecta a nadie, más que a los contrayentes de dicha unión, no hay más.
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. Muchos dicen que esto representa un retroceso en nuestras sociedades, sin embargo, me parece que así ha sucedido a lo largo de los siglos. Cuando la escritura apareció muchos dijeron que era algo retrógrada y sin sentido, al igual que cuando se habló de abolir la esclavitud, darle el derecho de votar a la mujer, la representación de grupos autóctonos y demás. La gente cambia, las sociedades cambian, todo está siempre en movimiento. Hace 2000 años y un poco más hacía atrás, la cuestión de la homosexualidad era visto como algo común en las sociedades grecolatinas.
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. En el caso de la adopción, ése si es un tema más complejo y que debiera analizarse muy a fondo con especialistas lo más objetivos posibles, que dieran un punto de vista imparcial basado en los hechos y pruebas correspondientes a estos casos.
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. Según algunos, un niño necesita de una familia, no importa que ésta sea de padres casados, divorciados, solteros, en unión libre, etc. ¿Porqué no de una familia homoparental? Desde ese punto de vista es válido. Nuestras sociedades han cambiado sobremanera la estructura de una familia "tradicional", de las cuales ya no hay tantas como antaño.
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. Sin embargo, también está el punto de la felicidad del niño, de su futuro y todo eso, ya que el derecho de adopción es en realidad del niño y no de los padres. Un niño tiene derecho a ser parte de una familia en donde pueda desarrollarse plenamente hasta ser un adulto. En todo caso, sería el derecho de los infantes el decidir qué hacer.
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. Existen muchos puntos a favor y en contra de la adopción por personas del mismo sexo. Unos dicen que afecta la psique del niño de manera terrible mientras otros afirman que son tan normales como otros niños, que si se hacen homosexuales o no, que si tienen una moral alta, entre otras cuestiones se han debatido por mucho tiempo sin llegar a una resolución. Un callejón sin salida hasta ahora.
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. Sin embargo, lo que si puedo decir es que para avanzar como sociedad debemos dejar de juzgar a los demás. Una preferencia no hace a las personas, así como a alguien puede gustarle el yoghurt de fresa y a otro no y eso no cambia en absoluto lo que cada quien es. La sexualidad es una de las cosas que nos define, pero es algo privado, personal e íntimo y sólo concierne a cada quien. No nos hace mejor o peor que otra persona, no nos hace buenos o malos, sólo nos hace diferentes.
.
. Al final, somos polvo y al polvo volveremos. Somos seres luminosos, no está burda materia.
. Obviamente siempre se observan las polaridades recurrentes: por un lado la comunidad LGBT y los de la "izquierda" que celebran este nuevo avance en los derechos humanos; por el otro lado tenemos a la Iglesia junto con todos sus prelados y a los de la "derecha" mexicana, apoyados por miles de familias "tradicionales", a los cuales estas acciones les parecen una aberración.
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. Desde que el Tratado de los Derechos Universales del Hombre y el Ciudadano círculo por Francia posterior a la revolución proclamando la Igualdad, Libertad y Fraternidad, se supone que el hombre caminaría entre los demás como iguales, sin ver hacía arriba ni mirar hacía abajo, sin agachar la cabeza con sumisión ni alzándola con altivez. Todos sabemos que en la práctica no es así, sin embargo es deber de todo buen hombre el perseguir los ideales hasta el final.
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. La igualdad de la que se habla quedó muy bien fundamentada en nuestra Constitución cuando dice que no se discriminará a ninguna persona por razón de su sexo, raza, religión, ideología, etc., etc. Así que desde este punto de vista, el negar jurídicamente a una pareja el matrimonio y la adopción, sean cuales sean sus preferencias sexuales, es discriminar y negar los derechos que la misma Ley dictamina para todos los que pisen suelo mexicano.
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. Honestamente no entiendo la posición de aquellos que se oponen al matrimonio entre parejas del mismo sexo, si es sólo un proceso legal y jurídico entre dos personas, nada más. No se está obligando a la Iglesia a casar "espiritualmente" a dos mujeres o dos hombres, lo único que se está haciendo es darles un derecho jurídico que no afecta a nadie, más que a los contrayentes de dicha unión, no hay más.
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. Muchos dicen que esto representa un retroceso en nuestras sociedades, sin embargo, me parece que así ha sucedido a lo largo de los siglos. Cuando la escritura apareció muchos dijeron que era algo retrógrada y sin sentido, al igual que cuando se habló de abolir la esclavitud, darle el derecho de votar a la mujer, la representación de grupos autóctonos y demás. La gente cambia, las sociedades cambian, todo está siempre en movimiento. Hace 2000 años y un poco más hacía atrás, la cuestión de la homosexualidad era visto como algo común en las sociedades grecolatinas.
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. En el caso de la adopción, ése si es un tema más complejo y que debiera analizarse muy a fondo con especialistas lo más objetivos posibles, que dieran un punto de vista imparcial basado en los hechos y pruebas correspondientes a estos casos.
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. Según algunos, un niño necesita de una familia, no importa que ésta sea de padres casados, divorciados, solteros, en unión libre, etc. ¿Porqué no de una familia homoparental? Desde ese punto de vista es válido. Nuestras sociedades han cambiado sobremanera la estructura de una familia "tradicional", de las cuales ya no hay tantas como antaño.
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. Sin embargo, también está el punto de la felicidad del niño, de su futuro y todo eso, ya que el derecho de adopción es en realidad del niño y no de los padres. Un niño tiene derecho a ser parte de una familia en donde pueda desarrollarse plenamente hasta ser un adulto. En todo caso, sería el derecho de los infantes el decidir qué hacer.
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. Existen muchos puntos a favor y en contra de la adopción por personas del mismo sexo. Unos dicen que afecta la psique del niño de manera terrible mientras otros afirman que son tan normales como otros niños, que si se hacen homosexuales o no, que si tienen una moral alta, entre otras cuestiones se han debatido por mucho tiempo sin llegar a una resolución. Un callejón sin salida hasta ahora.
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. Sin embargo, lo que si puedo decir es que para avanzar como sociedad debemos dejar de juzgar a los demás. Una preferencia no hace a las personas, así como a alguien puede gustarle el yoghurt de fresa y a otro no y eso no cambia en absoluto lo que cada quien es. La sexualidad es una de las cosas que nos define, pero es algo privado, personal e íntimo y sólo concierne a cada quien. No nos hace mejor o peor que otra persona, no nos hace buenos o malos, sólo nos hace diferentes.
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. Al final, somos polvo y al polvo volveremos. Somos seres luminosos, no está burda materia.
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