martes, 12 de octubre de 2010

Los Pobres Caballeros de Cristo


"Non nobis Domine, non nobis sed nomini tuo da gloriam" (“No para nosotros Señor, no para nosotros, sino para Gloria de Tu Nombre”)
Caballeros Templarios
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En el año de 1118 en Jerusalén nació una organización de tipo monástico-militar que con el pasar del tiempo se convirtió en toda una institución internacional: los Caballeros Templarios. Originalmente bautizados como "Los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón", los Templarios eran los responsables de cuidar a los peregrinos en el paso que iba de Jerusalén a Acre, proveyendo seguridad para los viajeros, además de techo, alimento y asistencia médica para quien lo requiriera.
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. En ellos estaban amalgamadas las funciones de un monje y un soldado: debían vivir con humildad, castidad y obediencia dentro de sus fortalezas y conventos, llevando una vida privada de gozos materiales pero colmada de oración, trabajo y sacrificio; además, en las batallas eran los guerreros más fieros, "los primeros en ir y los últimos en regresar" según testimonios de la época.
. Su manto era blanco, símbolo de la pureza, con una cruz paté roja. Entre sus filas sólo entraban personas nobles, tanto de condición como de espíritu, todos caballeros en el sentido amplio de la palabra. Y aunque ellos vivían en una condición muy humilde, su Orden se hizo muy rica y poderosa. Esto gracias a que eran dignos de la confianza de los príncipes y reyes que les daban a guardar sus tesoros, creando así, la primera banca internacional.
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. Sus acciones duraron poco menos de 200 años, tiempo en el cual, pasaron de ser 9 integrantes (los fundadores originales) a ser toda una institución con más de 200 fortalezas en toda Europa y Medio Oriente. Sin embargo, sus cualidades y sus tesoros fueron envidiados. El rey Felipe IV, "el hermoso", de Francia, anhelaba el poder que poseían, y junto con el papa Clemente V, organizó la aprehensión de los Templarios el 13 de octubre del año 1307.
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. El 23o. Gran Maestre de la Orden, Jacques Bernard DeMolay, fue sorprendido en su fortaleza en Francia junto con sus compañeros, por los soldados del rey francés. A pesar de que los Templarios eran conocidos por su genio y destreza militar, nada hicieron para evitar ser apresados, y por el contrario, se entregaron sin oponer resistencia.
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. El Gran Maestre, junto con más de 200 Templarios, fueron heridos, torturados y brutalmente asesinados por la guardia del rey de Francia y los procesos de la Inquisición, que los acusaban de herejes, sodomitas, traidores y deudores del diablo, por siete largos años. Muchos perecieron en los tormentos, otros confesaron para evitar los sufrimientos de las terribles torturas, yendo en contra de su integridad.
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. El 18 de marzo de 1314, Jacques Bernard DeMolay junto con Guy de Auvergnie fueron condenados a morir en la hoguera, trás retractarse de las confesiones que a punta de sangre les habían obligado a afirmar, después de haber proclamado ante el pueblo francés de las atrocidades y mentiras que se había dicho de su Orden y sus Hermanos y trás negarse a revelar los secretos de su Orden, de sus tesoros y el paradero de sus demás Hermanos.
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. Pero antes de morir profirió una profecía: "Dios sabe quién se equivoca y ha pecado, y la desgracia se abatirá pronto sobre aquellos que nos han condenado sin razón. Dios conoce que se nos ha traído al umbral de la muerte con gran injusticia. Dios vengará nuestra muerte. Señor, sabed que, en verdad, todos aquellos que nos son contrarios, por nosotros van a sufrir. No tardará en venir una inmensa calamidad para aquellos que nos han condenado sin respetar la auténtica justicia. Dios se encargará de tomar represalias por nuestra muerte. Yo pereceré con esta seguridad. Clemente, y tú también Felipe, traidores a la palabra dada, ¡os emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios!... A ti, Clemente, antes de cuarenta días, y a ti, Felipe, dentro de este año...".
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. Después de excalamar tales palabras, el último Gran Maestre y su preceptor fueron quemados vivos mientras rezaban un "Padre Nuestro". En el lapso predicho, el papa murió víctima de una enfermedad intestinal y el rey moría en un accidente, al igual que varios de los implicados en la injusta condena de los Templarios.
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. Ése fue el final de la Orden del Temple. Todos los hombres perecieron o huyeron, escondiéndose de la persecusión y formando otras Órdenes e instituciones. Pero su ideal de instituir una sociedad más virtuosa y buena se mantuvo vivo a través de las generaciones. Hoy estamos a 703 años de la aprehensión de estos nobles Caballeros, que lucharon y murieron como mártires, como héroes y santos; y que nos enseñaron acerca de la generosidad, la nobleza, el compañerismo y la lealtad.
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. “Ser amigo de un Templario era conocer el Honor y la Amistad, ser su enemigo era conocer la inquietud”
Peregrino anónimo

1 comentario:

  1. A mí opinon el tema que he leido esta muy bien especificado y esplicado en un trozo tan pequeño de pajina o de blogz

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