Al menos por curiosidad o interés, un domingo cualquiera mientras miramos el televisor nos encontramos con los llamados reality shows, los cuales últimamente han tratado de llamar tanto la atención que ese intento los lleva más a transmitir cosas absurdas.
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. Aunque la educación y la cultura del mexicano esta enfocada a temas como sexo, albur y confrontaciones en vivo, el contenido de los reality es resultado de ello, aunque es ostentoso y la producción carece de creatividad.
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. Aunque parezca increíble, Big Brother ha marcado la historia de los reality, desde su aparición en Holanda en 1999, ha estado en varios países y en cada uno ha dejado huella como un nivel de audiencia inigualable. Ese fue el caso de México en el 2002, cuando Big Brother, según algunos especialistas del tema, marcó un fenómeno televisivo y ¿cómo no? Si a partir de ese momento empezaron a salir versión tras versión; pero lo que siempre le falta a las producciones copiadas a la mexicana es ingenio y recreación, pues pareció aburrir más rápido que en otros países, y ¿quién va a olvidar a tan afamados concursantes? Pues todos. Creo que a excepción de los actores de televisa que participaron ya nadie recuerda a los extrovertidos participantes.
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. Lo que me tiene sorprendido es por qué la gente prefiere inclinarse por los reality, es decir, tomando en cuenta que el fin último de este tipo de programas es obtener más rating promocionado varios artículos y generando enormes ganancias, sin importar qué tan buena producción tenga, vemos que el público tampoco toma en consideración la producción.
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. Me llamó la atención cuando comencé a ver repeticiones y repeticiones tanto en TV Azteca como en Televisa, y me pregunté por qué si su último fin era obtener mayor rating pasan lo mismo. Al parecer minimizan la cultura del mexicano y lo ven conformista o simplista, y con su poco ingenio nos tienen ahí “postrados” frente al televisor.
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. No me refiero a realizar documentales, sino a considerar que queremos una televisión, no más seria, pero sí más entretenida porque ver como chicas desean conquistar a alguien, es sencillamente nefasto.
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. Entonces “apaga la tele” o cámbiale de canal dirían algunos, eres libre de hacerlo, sí, pero sin una conciencia que los mexicanos debemos obtener, al darnos cuenta que son trasmisiones “basura”, se seguirá con este tipo de programación y nunca le cambiarán, es por ello que la educación es importante.
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. De alguna manera me opongo desde que apreció Big Brother a la mexicana y su teatrito, porque eso conllevó a que los televidentes dejarán de buscar algo más provechoso y se quedaran con burdos reality show, que siguen en las mismas, y con escenas donde los otros competidores, más que sus rivales, son un circo donde palabras altisonantes, peleas y gritos son la base del entretenimiento. Los mexicanos en vez de estar enterados de lo que acontecía en su país, sabían perfectamente quién había sido expulsado de la casa. De ahí hasta hoy, vemos que todos los domingos en hora familiar, pasan expulsión tras extorsión, en fin lo único que me queda por decir es, ¡cámbiale!
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