"Llegar al alma de las cosas" y dar buen ejemplo
son dos intenciones distintas e irreconciliables…
Milan Kundera, El telón
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Hace algún tiempo la maestra de bachillerato de mi hermana dejó leer a sus alumnos una novela de Gabriel García Márquez a la que decidió renombrar Memorias de mis muchachas tristes. Argumentando que la palabra cambiada “no era adecuada”. Desafortunadamente para la maestra, los alumnos sólo encontraron la versión que contenía putas.
. Mucho se ha hablado sobre la suspensión del rodaje de la película Memorias de mis putas tristes, debido a la presión ejercida por la Coalición Regional Contra el Trafico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, al mando de Teresa Ulloa, quien prometió demandar al que resulte responsable por apología de la prostitución infantil. Todo esto al amparo de Lydia Cacho.
. Es muy conocido el escándalo sobre la detención ilegal de Lydia Cacho por parte del gobierno del estado de Puebla. Y es ahí donde radica todo el asunto. Después de las amenazas, el gobierno estatal, desde la Secretaría de Finanzas y Administración, argumentó que retirará el apoyo por falta de recursos, por respeto al público y porque la película aborda temas sensibles para la sociedad. Aunque seguramente cuando hablaba de respeto no se refería a las irregularidades en el caso Lydia Cacho y los temas sensibles no son los lazos de amistad entre el gobernador Mario Marín y el empresario Camel Nacif.
. Pero eso no le quita responsabilidad a Lydia Cacho y a Teresa Ulloa. Si en verdad se preocupan tanto por estos temas ¿Dónde estaba la Coalición durante la filmación de Arráncame la vida de Roberto Sneider? Cinta patrocinada también por el gobierno de Puebla y que relata cómo un hombre maduro se casa con una jovencita. ¿O el caso de la cinta Un embrujo de Carlos Carrera? ¿Por qué atacar precisamente a García Márquez? En su libro Los demonios del Edén, Lydia Cacho titula uno de sus capítulos “Succar leyó Lolita” en donde responsabiliza a la literatura, en especial a la obra de Vladimir Nabokov, y la de García Márquez, de los trastornos de pedofilia en la sociedad.
. Es reprobable que la política y el fanatismo perjudiquen a la literatura y al cine mexicano. Sí, el abuso a menores es una realidad, pero el arte esta ahí para exponer esas realidades. Mostrar no significa exaltar o promover. No es suficiente con delegar la educación y formación de valores o moral a los medios e instituciones. Hay que buscar a los verdaderos culpables, no dedicarnos a censurar películas o decirle muchachitas a las putas.
Estoy de acuerdo contigo en el hecho de que la suciedad (sociedad) juzga y condena injustificadamente los temas que aborda el arte; pero cabe destacar, y no es justificacion alguna, el como estan constituidos los valores morales y sociales de nuestra sociedad. Ese arraigo costumbrista que nos han inculcado como "buenas costumbres".
ResponderEliminarAunque por otro lado no nos a enseñado el arte que por mas obceno, vulgar u ofensivo pueda parecer en una epoca siempre terminara siendo mundialmente apreciado y aceptado, hay que ser un poco optimistas ya que estamos en una era en la que los cambios son radicales en muy corto tiempo, la primer piedra ya fue puesta, queda en nosotros terminar de construir el futuro que queremos.
Muy buen artículo e interesante, estoy de acuerdo con tigo debieron buscar una mejor excusa para argumentar que la pelicula se cancela.
ResponderEliminar¿Qué en la vida nunca se han abordado temas sensibles para la sociedad? si tan sólo en los programas de television podemos observar que los temas de trata de menores son los más vistos y que también en la vida real se han vuelto cotidianos.
Es absurdo que quieran cancelar el film de esta obra para evitar que un tema sensible se infiltre en la sociedad si ya lo esta desde años atrás.
El libro no es una guía para llevar a cabo la violencia, mas bien muestra parte de la realidad en la que vivimos, tal vez sea por eso que hayan cancelado el film.
Como bien lo dices Javier, que mal que no se permita la libre expresión... por qué no ver la creación de obras literarias y cine, que expongan este tipo de temas,como una forma de lucha en contra de los mismos. Como si haciendo creer al mundo que omitiéndo estos conflictos ya no sucederán, cuando sabemos que no es así ¿por qué no hacerlos mejor de conocimiento público, y así, intentar acabar con ellos?
ResponderEliminar¡Va! no cabe duda que los medios solitos se engañan. Vivimos en un país en donde más de la mitad de los mexicanos utilizan este tipo de términos, ¿qué quieren aparentar?
ResponderEliminar¡Por Dios! para poder comprender este tipo de problemas hay ke mostrarlos en su real magnitud, de cualquier otra forma sólo serán historias del monton, ahora si que: las cosas como son.
Estimado Javier es un gusto leerlo y saber que se llevan a la praxis temas relacionados con la asignatura.
ResponderEliminarSaludos a tod@s.
oigan soy su fansss agreguense cómo "seguidores" no? creo que ya funcionan los comentarios.
ResponderEliminarsalud!
Buen texto, en verdad. Es sorprendente como los seres humanos continúan siendo "tan extravagantes y de igual calaña como en el primer día", como dice el Mefistófeles de Goethe en Fausto.
ResponderEliminarParece mentira, pero todavía hay personas que serían capaces de "vestir" a la Diana cazadora, lo que resulta bastante gracioso y deprimente,uno no sabe si reír o llorar por tales situaciones.
Pero como diría Oscar Wilde: "No existen libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo. La aversión del siglo por el realismo es la rabia de Calibán al verse la cara en el espejo.La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar.La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía."
Hola,
ResponderEliminarme gustó tu artículo. Creo que es crítico y me late como desarrollaste el tema, desde que empiezas hasta el final.
Respecto al tema, creo que vivimos en una realidad donde nos estamos acostumbrando a perder los límites entre la ficción y lo verídico. El sentirnos rebasados por el entorno provoca paranoias como la que mencionas en tu artículo.
Afirmar que Nabokov o García Márquez están promoviendo la pedofilia o el tráfico de mujeres es tan absurdo como el decir que las campañas a favor del uso del condón promueven la promiscuidad. No se puede (ni se debe) ser tan cerrado...
Saludos,
Sara =)