¿Y el presidente del empleo?

La decisión de extinguir la Compañía de Luz y Fuerza tomada por Calderón dejó en la calle a cerca 40 mil trabajadores. El presidente justificó la desaparición de la empresa al subrayar que la LFC enfrentaba una situación financiera insostenible, con un costo de operación que duplicaba el valor de sus ingresos.

. Es indudable que la mala administración, la corruptela del sindicato y el pésimo servicio provocaron que la determinación Gobierno Federal fuera avalada por la mayoría de la población. El decreto no pudo haberse presentado en mejor momento, pues es de recodar que unos días antes la pelea entre Martin Esparza y Alejandro Muñoz por liderar al sindicato evidenció ante la opinión pública los malos manejos de la compañía.

. De acuerdo con las declaraciones de Felipe Caderón en los últimos días, se entiende que la raíz de todos los problemas que llevaron a la desaparición de la paraestatal tienen un común denominador: El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

. Si la lucha es en pro de la eficiencia, mejores precios, mejor servicio y en contra de mafias sindicales, no habrá lógica que contradiga las decisiones y propuestas del presidente. Sin embargo cuando los damnificados se cuentan con cinco cifras, habría que preguntase ¿y el presidente del empleo?

. ¿Era necesario sacrificar a 40 mil familias, dejarlas de un día a otro sin sustento?, ¿qué no se pudo trazar la estrategia a modo de golpear las cúpulas y defender a los trabajadores que legítimamente ganaban su salario? ¿De verdad era tan grave la situación que una reforma a la empresa, donde se quitaran privilegios y se respetaran salarios, donde que se redujeran las “onerosas” prestaciones y se reformularan contratos, se visualizara imposible?

. Al anunciar la desaparición de la empresa el gobierno federal dijo que se recontratarán “al mayor numero de trabajadores posibles bajo un nuevo arreglo institucional”-se estima que sólo 10 mil trabajadores podrán recuperar su empleo-, se aseguró también, que todos los empleados recibirán la liquidación conforme a la ley y quienes voluntariamente acepten indemnización recibirán hasta 33 meses de salario. Suena a limosna. ¿No?

. Limosna parece ser la táctica del gobierno para sacar al país de la pobreza, con esa premisa justifica todas sus acciones y el caso LFC no fue la excepción. “Queremos dedicar esos recursos al combate a la pobreza y la desnutrición", anunció Calderón. El problema con el “combate” es que no se crean empleos para que el pobre trabaje y salga de pobre, sino que se les regalan recursos y se tengan a los marginados como mantenidos. La limosna no acaba la pobreza, crea más mendigos.

. A pesar de todos los contras, el decreto es respaldado por la opinión pública, al menos así lo demuestra el 80% de aprobación en las encuestas. “Lo he dicho y lo reitero: hoy tenemos que cambiar lo que no funciona en el país, porque ya no quedan otras opciones, porque el tiempo y los recursos se nos agotan” dijo Felipe Calderón. Sería un idiota quien no esté a favor. Lo malo es que al parecer LFC y el SME serán un caso aislado, se ve difícil que se toque a sindicatos amigos como el de la educación o el de Pemex. ¿A caso ellos no representan un freno para el desarrollo del país?