lunes, 16 de noviembre de 2009

Una lectura para un día de asueto


Acudir a un sanitario público puede ser toda una aventura de resultados poco gratos, no existe en el mundo peor golosina que las colaciones, el que llega tarde a una fiesta es el que más la disfruta y si las mujeres tienen su Wonderbra, los hombres queremos nuestro Wonderchón. Éstas son algunas de las conclusiones a las que llega Juan Villoro en Domingo breve, un repaso de los usos y costumbres de los mexicanos.
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. Se trata de una recopilación de la columna semanal escrita por Villoro entre 1998 y 1999. En ella el autor busca “arrojar una mirada a las cosas menores que también determinan nuestras vidas: las costumbres de siempre vistas con el desenfado del ‘día libre’, [...] comunicar las ideas sin vigilancia que produce el asueto”. Así que hoy, lunes de puente, los invito a aprovechar el descanso para reírse un poco de uno mismo, de nuestros hábitos y manías, a echar una hojeada a Domingo breve.
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. A lo largo de 33 textos, Villoro explora nuestro comportamiento al momento de ver televisión, las peculiares prioridades de las aduanas en los aeropuertos, los nombres que se dan a los tequilas y las expresiones de alegría del mexicano. Con el mismo humor desbarata distintas ocupaciones al preguntarse por qué existen o al evidenciar sus modos operativos: los hombres de los lavabos, los licenciados, los vendedores telefónicos...
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. El humor de Domingo breve radica en su manera de lograr que el lector se reconozca en los personajes dibujados: el sujeto incómodo que hace plática en las salas de espera de los hospitales, la señora que aguarda con impaciencia alguna llamada o mensaje importante que jamás llegará, el pedante que llega temprano con el único propósito de hacer notar que llegó temprano o el impuntual que supo cómo llegar tarde.
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. Un mordaz análisis del mexicano de fin de milenio y a la vez una exaltación de su peculiaridad. Con cada página queda claro que somos únicos en nuestra especie, en cada línea viene implícita la expresión “¡Sólo en México!”. Una lectura ideal para un día feriado: ligera, ingeniosa, divertida. El puente se termina, pero, en palabras de Villoro, “hoy descansamos de nosotros mismos".

4 comentarios:

  1. w0o00w

    también buscaré el libro me has convencido, me persuadiste bien hermano blogero jeee

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  2. suena muy interesante la forma en como lo describes, yo si te la compro!!!jaja!

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  3. muy bien, muy claro, muy ágil


    me dieron ganas de leerlo, así se hace man!

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