Los nervios comienzan minutos antes (a veces días o semanas). De no existir tales, no tendría sentido alguno. Ella y yo, de frente, mirándonos con ansias de entrar en conexión, en la misma sintonía, en el mismo canal. ¿Qué sorpresas traerá para mí? – pienso –. La hora pactada para nuestra cita ha llegado, ya no hay vuelta atrás, es ahora o nunca, por lo que tanto había esperado. ¿Y dónde? En el único lugar apropiado para hacer eso, el más cómodo.
Libres de interrupción alguna, por eso, celulares apagados, la ventana que da a la calle, cerrada, las cortinas empatadas para evitar rayo de luz que nos afecte, la puerta cerrada con triple chapa para que, por si alguien llega, tarde en abrir. La soledad y nosotros, ella y yo jugando a ser el uno para el otro, una pareja inseparable, como Enrique Guzmán y Silvia Pinal en sus buenos tiempos. Ella es común y corriente, como cualquier otra, si alguien más la ve, para nada que se extraña. Por fuera es similar a las demás, pero una vez que la conocí mi perspectiva cambió, sobre todo los fines de semana, cuando pasamos más tiempo juntos. Además tenemos muchas cosas en común, es como si nos conociéramos desde hace siglos. Respiro. Cuento uno, dos, tres segundos y lo hago, ahora sí estamos más unidos que nunca, ella frente a mí y muy muy cerca. ¡Lo hice, lo hicimos! Presioné el botón de encendido de mi televisión y sintonicé mi canal deportivo favorito. Hoy podré ver las ligas de futbol de todo el mundo, la NBA, la corrida de toros, la lista de seleccionados y los programas de resúmenes deportivos. ¿Qué haría sin ella, sin mi televisión? Probablemente nada, porque ella me da lo que me apasiona, los deportes, me da un panorama general del mundo deportivo, al cual de seguro ingresaré. Pero mientras aquello sucede, seguiré concertando citas privadas con ella cada fin de semana, como hasta ahora. Y estaremos ella y yo, de frente, mirándonos con ansias de entrar en conexión, en la misma sintonía, en el mismo canal.
¡Que barbaridad! Señor en verdad que me hizo pensar otras cosas. Es bueno verlo escribiendo de deportes y sobre todo de esta manera tan peculiar. Felicidades ¡!
ResponderEliminarJejejeje sí. Quién sabe en qué cosas me puso a pensar esto jajajaja. Buen escrito, Rodrigo.
ResponderEliminarAsí es colegas. Me da gusto que haya sido de su agrado. Por lo menos creo que este primer texto cumple con el nuevo título del espacio. ¡Qué barbaridad! ¿o no?
ResponderEliminarSaludos
¡Vaya! He de confesar que el inició me asustó un poco porque hasta donde yo sabía este era un espacio sobre el deporte...jaja.
ResponderEliminarEn fin, me parece un buen texto para el regreso y presentación para los nuevos lectores, se nota esa pasión por el mundo deportivo e imprimes mucho de tu personalidad.
Sin duda un texto divertido, espero el siguiente
Fernanda Martínez
¡Qué barbaridad! Definitivamente buen texto, no me fui con la finta de primera intención porque ya me la han hecho anteriormente. Excelente inicio jeje
ResponderEliminarholap!! para que veas que si pase a leerte eh?? obvio siempre supe que hablabas de la tv jiji cuidate me extrañas!
ResponderEliminaroh yaaaaaaaaa
ResponderEliminarjaa lo de Silvia pinal y Enrique Guzman fue una buen imagen que creaste. me agrado que usaras eso
sigue escribiendo de deportes y sobre todo de lo que más te late: basket! hermano bloguero jaaa
la primera linea y pensé en basket! jejejeje... se nota enseguida que te apasionan los deportes y por eso escribes tan bien! muy bien rodolfo rodrigo tovar serrano
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