El Mundial y lo demás

El mundial ya comenzó. Posiblemente, ésta es la frase más sonada del momento y no es para menos. Se trata del suceso que capta la atención de casi todos los habitantes de la Tierra. Su organizador, la Federación Internacional de Fútbol Asociación, FIFA, estima que 30 mil millones de personas observarán por televisión el campeonato mundial de Sudáfrica a lo largo de sus 64 partidos. Eso equivale a 4.5 veces la población total del planeta.

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. El mundial de fútbol es el acontecimiento más popular y más influyente de la actualidad, por encima incluso de las cumbres de las Naciones Unidas, como algunos opinan. Duelos como Argentina contra Inglaterra en el mundial de México 1986, donde Diego Armando Maradona anotara con “la mano de Dios”, reunieron a dos países que venían de lidiar un conflicto bélico cuatro años antes, la Guerra de las Malvinas.

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. Sin duda, el campeonato de la FIFA acapara los reflectores, tanto que puede ser cuestionable su influencia. Si bien promueve la unión de los individuos y permite al país anfitrión mostrar al mundo sus cualidades y defectos, también llega a enajenar a los mismos individuos durante un mes, desconectándolos de la realidad.

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. El poder del deporte más practicado alrededor del orbe mueve incluso a los países que no tienen representación en la actual edición. El ministro de Educación de Costa Rica, por ejemplo, evaluó la posibilidad de transmitir el partido inaugural de Sudáfrica 2010 en las escuelas de nivel básico con fines educativos y de discusión.

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. En México, la fiebre mundialista es evidente. Precisamente el primer partido del mundial se disputó entre la selección nacional y el anfitrión africano. Como de costumbre, muchos niños no asistieron a la escuela aquel viernes 11, en las escuelas y oficinas se encendieron los televisores con el permiso de los profesores y patrones respectivamente. Las calles y avenidas quedaron desiertas en un día laboral y durante un horario “pico” (9 a 11 de la mañana).

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. Con el mundial también se debe ser cauteloso. Los medios audiovisuales dedican programas relacionados con este acontecimiento a todas horas, además de las transmisiones de los partidos entre las diferentes escuadras, por lo que se reduce el tiempo al aire para las noticias de otros ámbitos fundamentales de la sociedad. No olvidar aquel partido dónde México logró su clasificación a la presente Copa del Mundo al ganarle a El Salvador. A la misma hora, las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro eran tomadas por autoridades federales, como parte del decreto de extinción de dicho organismo.

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. La atención primordial en este torneo también se refleja en las portadas de los periódicos, que son tomadas por las fotos del equipo ganador, o sencillamente del resultado del equipo correspondiente al país donde se publican los diarios.

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. En fin, el mundial puede ser un acontecimiento caritativo, unificador, provechoso, pero también puede usarse como un arma de distracción por los gobiernos. Así que una noticia impactante fuera del tema del mundial no debe considerarse una sorpresa, sino una desatención personal por ponerle atención excesiva a este megasuceso futbolístico.