jueves, 24 de junio de 2010

Las papas sin catsup en México

“Como una papa sin cátsup, como una uña sin mugre…”. Así, tal y como lo dice la famosa canción de Gloria Trevi, fue el resultado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en cuanto al tema de la Guardería ABC.
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. Días antes de la desoladora conclusión un padre expresaba lo importante que era para él y el resto de los padres que perdieron a sus hijos la intervención del también llamado “máximo tribunal constitucional” en el caso..

. “La mayoría de los ministros nos han dado esperanzas de que se hará justicia”. Esperanzas que se derrumbaron cuando a pesar de que la mayoría decretara que sí hubo violación grave a las garantías individuales, no pasara prácticamente nada, pues según se ha explicado, los decretos y los resultados de las investigaciones realizadas por la Suprema Corte no tienen consecuencias penales, es decir, literalmente no pueden repercutir en que se lleve a cabo la justicia, concepto fundamental de su nombre.
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. “La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el Máximo Tribunal Constitucional del país y cabeza del Poder Judicial de la Federación. Tiene entre sus responsabilidades defender el orden establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; mantener el equilibrio entre los distintos Poderes y ámbitos de gobierno, a través de las resoluciones judiciales que emite; además de solucionar, de manera definitiva, asuntos que son de gran importancia para la sociedad. En esa virtud, y toda vez que imparte justicia en el más alto nivel, es decir, el constitucional, no existe en nuestro país autoridad que se encuentre por encima de ella o recurso legal que pueda ejercerse en contra de sus resoluciones”.
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. Así es como se define la institución en su página oficial. Pero ¿Solucionar de manera definitiva? Hasta hoy los padres de las 49 víctimas y los de los lesionados que quedarán por el resto de su vida con secuelas sienten que no han logrado nada pues no hay ni un solo culpable pagando una condena, ni siquiera sujeto a investigación. ¿Imparte justicia?, ¿no hay autoridad por encima? Entonces ¿por qué prácticamente las acciones de la Corte no sirvieron para nada?
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. Otro de los aspectos que causó conmoción fue el hecho de que se decidiera no señalar responsables. Así Bours, Karam y Horcasitas -por cierto, éste último nada más y nada menos que el actual secretario de Comunicaciones y Transportes; es decir, que pasó de un puesto importante como director general del IMSS a formar parte del gabinete del mismísimo Felipe Calderón-, andan como si nada.
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. En fin, el caso es que se debatió mucho el hecho de que se fundaran demasiadas esperanzas en los padres de las víctimas, las cuales finalmente terminaron por venirse abajo una vez más. Algunos periodistas conocidos comentaron en columnas y artículos de opinión que el dictamen de la Suprema Corte de Justicia se trataba más, al estar supuestamente imposibilitada para actuar penalmente, de una sentencia moral, una especie de “premio de consolación” que, sin embargo, resultaba valioso para los padres y para gran parte de la sociedad, pues a pesar de que la cadena de culpables es más que conocida, se trataba de que una instancia de tal importancia echara abajo la serie de artilugios que uno y otro gobiernos han puesto en marcha logrando que hasta ahora no haya un solo culpable pagando por los 49 crímenes.
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. El caso, dicen, sigue abierto. La última es que la bancada del PAN decidió acompañar la propuesta del PRI para que se estudie la posibilidad de iniciar un procedimiento de juicio político contra los funcionarios involucrados.
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. Pero ¿servirá? Buscando una definición de juicio político encontré que, como tal, el juicio político no es un proceso penal; sino un instituto que funciona como antejuicio que en caso de condena puede habilitar la instancia penal contra los funcionarios públicos que gocen de inmunidad penal. Así, en el derecho constitucional se habla de un juicio ético basado en una acusación constitucional cuya finalidad es hacer efectivo el principio de responsabilidad de los servidores públicos.
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. Esta historia entonces no cuenta todavía con un final; sin embargo, este caso de la Guardería ABC es sólo uno de tantos ejemplos de que a pesar de que un tema de injusticia esté bajo el dominio de los medios de comunicación y de alguna manera de la “presión social”, no es garantía de una conclusión justa.
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. Con todo el cinismo y ante los ojos de la sociedad, la corrupción de los funcionarios y de las instituciones es expuesta sin mayor tapujo, así como la inoperatividad de los sistemas de justicia y la ineficiencia de las autoridades sin que pase algo extraordinario en la solución de los hechos.
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. Sí, muchos dicen que los miles de casos de injusticias que suceden a diario a gente común son difícilmente aclarados, incluso dicen que los que tienen la oportunidad de que sus desgracias sean expuestas al dominio público “corren con suerte” porque seguramente serán resueltos.
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. Ahí está el caso Paulette, el de Salvador Cabañas y hasta el de la hija de Alex Lora, aún con la supuesta “presión social” y el acoso de los medios siguen sin ser esclarecidos, si acaso por un poco de intento de disimulo se ofrecen falsas conclusiones, como para aparentar que algo se ha hecho; sin embargo, poco tienen de diferente con los casos secretos de miles de personas, pues finalmente no se logra lo que se quiere: justicia.
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. Y trayendo a colación las frases mundialistas, México una vez más se queda en el “ya casi”: “ya casi” calificábamos, “ya casi” metimos los goles que pudieron hacer la diferencia, “ya casi” se descubre a los secuestradores, a los asesinos; “ya casi” se hace justicia, “ya casi” terminan las investigaciones, etcétera, etcétera, etcétera.
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. Ese “ya casi” es ese ingrediente faltante, pero determinante… es, sin duda, como las papas sin cátsup.

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