Mañana hay elecciones en casi medio país, eso ya todos lo saben. Fuimos testigos de las campañas con los métodos de siempre, las guerra sucias y el sacarse los trapitos al sol. Hubo de todo: promesas, las grabaciones, balazos... Todo con tal de meterle las manos al poder, de obtener una tajada aunque sea arrebatándosela a los otros. Muchas veces si siquiera se busca ganar, sino hacer que el contrario pierda..
. Detrás de la guerra sucia y las promesas, de la violencia y el miedo, no hay nada. Sólo la incertidumbre. ¿Qué distingue a un partido de otro, a un candidato de otro? Los colores, el rostro. Tal vez la historia. Los intereses de todos se parecen, tienen en común el que los ciudadanos no estamos incluidos en ellos.
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. Votar por quién, por qué. ¿Por tradición familiar? ¿Por convicción política? ¿Por obligación moral?
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. No votar, ¿funciona? ¿Pasa algo si no voy a la casilla, si dejo la boleta en blanco o la tacho toda?
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. La democracia no es ir a votar. Al menos no es sólo eso. Este país no es democrático porque los ciudadanos están limitados para participar del poder que de ellos emana sin pertenecer a un partido político. Ellos, los que ejercen ese poder, nos ignoran.
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. Aún el solo voto peligra. La gente siente que ninguna de las opciones es viable. Elegir al que cada uno considera "el menos peor" no es elegir. A veces ni siquiera eso se puede, porque no hay garantía de que las elecciones serán limpias.
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. Votar o no votar. Qué se puede hacer, qué se puede esperar. No lo sé. Yo sólo sé que no sé nada. Y esa triste certidumbre socrática se cierne sobre medio país. O tal vez sobre el país completo.
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