viernes, 5 de noviembre de 2010

Muertos y pantallas

Como todo en los últimos años, los festejos de día de muertos han cambiado. Aunque las nuevas tecnologías se han infiltrado en nuestra vida de manera veloz, en realidad nadie parece percatarse de ello. Mucho menos de los cambios culturales que pueden suponer.
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. El día de muertos es tradición. Sin embargo, es cada vez menos usual que las familias lleven a cabo un gran rito en común, donde pongan su altar, coloquen las fotos de sus muertos, dispongan para ellos lo que más les gustaba, y compartan el pan, los tamales, las frutas, los dulces y las bebidas calientes.
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. Este rito, tan tradicionalmente mexicano, parece estar en peligro de extinción, al menos en las áreas más urbanas del país. En la metrópoli de la ciudad de México, la tendencia ahora es acudir a grandes exposiciones de altares en lugares públicos, y si al caso poner una pequeña y modesta ofrenda en casa, sin tanta alharaca.
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. En las calles de la ciudad capital es raro escuchar el continuo murmullo de los rezos que en otros lugares del país pueblan la noche. Pese a la frialdad del clima, la celebración ya no es más en la cálida intimidad de los hogares, acompañada por chocolate, dulces tradicionales, tamales y pan de muerto. Aquí, para celebrar, hay que salir a la calle.
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. Anuncios dispuestos por todas partes animan a los capitalinos a que acudan a la exposición de altares en el Zócalo, en Coyoacán, en Ciudad Universitaria, Tlalpan, y otros puntos de la ciudad. Hacia allá se enfilan en estos días de asueto. Unos van en familia, otros en grupos de amigos. A algunos jóvenes los envían de sus escuelas. Son muchos los que se disfrazan de brujas, vampiros u hombres lobo para esta ocasión.
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. Una joven madre empuja con una mano la carriola de su bebé, que disfrazado de calabacita inspira más ternura que terror; mientras con la otra sostiene una pequeña cámara y enfoca el espectáculo en la acera: un pequeño hombre lobo gruñe con ferocidad mientras devora las entrañas de su padre.
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. Unos pasos más adelante hay un performance que acompaña a la megaofrenda en el Zócalo. Sobre una estructura de metal y un escenario montados sobre la plancha de cemento, bailan hombres y mujeres. Jóvenes de trajes entallados, en llamativos colores. Un par de ellos, vestidos de negro con huesos pintados, representan la muerte.
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. El sonido y las luces llaman a los presentes. Se ha colocado una pantalla plana, suficientemente grande como para que los que quieran ver no se queden con las ganas.
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. Qué curioso. Al observar al público es notorio que muchos no miran a los performanceros, aunque estén justo frente a ellos: los ojos están fijos en la pantalla. Se ve mejor, dirán algunos. Pero… ¿acaso es distinto que verlo en televisión?
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. Atardece en el zócalo, y muchas personas dan vueltas alrededor de la escultura gigante “El árbol de la muerte florida”. Unos metros más allá están las ofrendas. Hordas de personas tratan de acercarse. Muchos se aburren antes de poder llegar a una posición donde se pueda ver bien algo de lo que está expuesto.
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. Casi todos van con cámara en mano, no importa si es la del celular, una pequeña digital para aficionados, o una profesional ¿Cuántos lo atestiguan todo detrás del lente o la pantalla?
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. Si nuestros muertos nos vieran así, tal vez no entenderían. Y es que llegado un punto uno ya no sabe a qué va la gente, si a visitar las ofrendas y convivir, o a tomar fotos, videos y enviarlos por mail, subirlos al blog, al Facebook o Twitter.
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. Son tiempos modernos, en los que por más descabellado que suene, se pueden recibir mails de muertos. Por una bonita suma se planean los correos para determinadas fechas, el cliente los escribe y el servicio los envía.
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. Si pudieran usar este recurso, ¿qué dirían nuestros muertos? Tal vez nos pedirían volver las casas a prenderles velas, rezar, convivir con ellos y tomar café. O quizá pidan que les enviemos las fotos del paseo.

2 comentarios:

  1. Qué buena descripción de los eventos diademortecinos. Supongo que esta tradición, que ya de por sí es sincrética, va a seguir uniéndose con otras manifestaciones de la cultura, como artes escénicas contemporáneas, o redes sociales, y desembocará en una nueva mezcla de mezclas. Me parece que es lo natural, el cambio y la evolución.

    Saludines, me gusta mucho este blog, espero que dure mucho más :)

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  2. Hola Canela, gracias por leernos y comentar, de verdad es algo que apreciamos mucho !Saludos¡

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